lunes, 28 de septiembre de 2015

Vacíos, sólo vacíos mentales que persiguen y asechan mi alma, mi cuerpo, y mi corazón con mi pobre percepción de amor.
Y ¿seré yo? ¿serán ellos?
¿quien efectúa el rol de vacío y quien lo llena?
Creo que en mí ya no hay espacio ni siquiera para un déspota rayo de esperanza que se acerque al rincón ya baldío de mi corazón.
 En cambio por alguna razón me han visto como fuente curativa de soledad, solo como un algo, y no como un alguien, soy una solución, no un problema. Me refiero a que nadie anhelará a complicarse la vida conmigo, ni una pizca de orgullo me atribuyo, ya que he buscado el camino a mi soledad eterna.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario