Oye negra, me podrán haber cortado las alas, pero de sus residuos, cual semillas, nacieron flores, que esparcen el calor de luminosidad que propaga una flor, como la roja de la pasión que llevas en tu cabello magullado por la brisa veraniega. Ahora he conocido al fin la esperanza, el renacer y he sido el brote minúsculo de una enredadera de tu vida que evitar no vas a poder.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario