miércoles, 30 de diciembre de 2015

digo: ¿Por qué la ilusión?
si sé que nunca dejaste de amarme, esto porque nunca empezaste...
No diré que me ilusionaste, porque la verdad es que me ilusioné sola, es solo el mérito propio el que tiempo después me hace sufrir, el que carcome mi mente y mi corazón, de manera en que se haga cada vez más difícil la tarea de entregarse a alguien en un amor duradero, y debo decir, sano. Porque no es sano el saber, es sano el sentir, el sentir que mi palpito va al son del tuyo, que son el mismo ritmo, que va en la misma travesía de sonrisas inquietas que forjarán una unión tan estable, tan alta y tan poderosa, que al término de esta, me lanzaré al abismo de la misma, para así caer segura a mi soledad compañera, nuevamente.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario