Y en tiempos como estos, ¿de que más puedo escribir? sólo de estrés, de locura, de poca espontaneidad, de soledad y de carencia.
La mayoría de las cercas que dividen mi vida he intentado esto de ser feliz, de ser alegre y ver el positivismo en cosas simples, y pues bueno, debo admitir que me quedo solo en la simpleza. Que mi alma es intrínsecamente triste, cuestionará, buscará el sufrimiento y te digo, que no vive tranquila sin una pizca de demencia.
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