Hay gente que me ha dicho en alguna vuelta oportuna que les gusta sentirse rotos por dentro, porque encuentran una verdad indescriptible que de algún modo las completa, debo decir que es así como me dejan las siestas de Agosto -todas las siestas en realidad- en un modo de cansancio continuo que no destituye hasta dormir otra vez, y es que no sé si es pereza o la verdad es tristeza.
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